LA CAMPAÑA
ELECTORAL DE LA UNO
La campaña de la UNO fue al estilo del
"populismo de derecha", que ya tiene una presencia fuerte en el
escenario político latinoamericano contemporáneo. La existencia de la coalición
fue la que permitió este tipo de campaña, ya que muy pocos de los partidos que
conforman la UNO tienen un perfil o estilo remotamente populista.
El populismo de derecha como fenómeno político latinoamericano ha tenido
expresiones en las campañas presidenciales de Menem en Argentina, Collor de
Melo en Brasil, Fujimori en el Perú y Chamorro en Nicaragua. Las
características son:
- Líderes con imágenes que no son de políticos. Algunos son proyectados
prácticamente como deportistas o artistas y otros como técnicos. En el caso de
Violeta de Chamorro se evocaba casi subliminalmente una imagen de religiosidad.
El denominador común del populismo de derecha es el rechazo de la imagen del
político y la construcción de una imagen casi diametralmente opuesta.
- Mensajes que alientan una esperanza de mejoría económica difusa e indefinida.
Se proyecta más bien la imagen de algún plan o programa económico casi
milagroso, que pueda resolver la situación. Se apela a un "sentido común y
místico" inmediatista, que acepta soluciones mágicas. En el caso
nicaragüense, el equivalente es la promesa de Francisco Mayorga de componer la
situación económica en 100 días. Dicha promesa, ridiculizada en la campaña,
tuvo su impacto. Tanto en las encuestas como en las entrevistas a profundidad,
éste ha resultado uno de los elementos que más gustó de la UNO: " la
mejora económica en 100 días.
- Un mensaje de "cambio" abierto, de tal manera que cada grupo e
individuo pueda definir a su gusto un contenido propio de este concepto.
- La obtención de respaldo en la población más marginal, con menores niveles de
educación y disponibilidad de recursos.
- Una política económica de derecha en el Gobierno, de acuerdo a las fórmulas
del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
En el caso nicaragüense, se produjo también la compra de votos entre la
población más marginal. Las entrevistas han confirmado este hecho a nivel
nacional. Sin embargo, esa práctica no es considerada decisiva, ni mucho menos;
tampoco existía mecanismo de control alguno que fuera efectivo para garantizar
que el voto comprado fuera efectivo. Se considera que esta práctica más bien
simbolizó un anticipo del "baño de dólares" que vendría sobare el
país en caso de una victoria UNO; por eso se realizó en aquellos sectores donde
el nivel de educación y la situación económica hacían más efectiva esa línea de
apelación.
La campaña de la UNO contaba con menos activistas y menos capacidad de
movilización. Un 36.7% de los votantes UNO asistieron a algún acto o actividad
de campaña frente, al 60.6% de los votantes del FSLN. Sin embargo, la UNO tuvo
una serie de respaldos políticos y de organizaciones, que compensaban las
debilidades de los partidos que conformaron la coalición:
- El Gobierno norteamericano aglutinó a la coalición política y financieramente
y propició la resolución de los conflictos internos, tal como la selección de
los candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia.
- La red de organizaciones nacionales e internacionales financiadas por la
National Endowment for Democracy (NED); por ejemplo, Vía Cívica.
- Las estructuras de poder tradicionales en localidades donde el sandinismo
tenía el poder formal, pero otras estructuras ostentaban el poder local real.
- La Iglesia Católica, desde el púlpito y a través de grupos como los
carismáticos. En la encuesta post-electoral, el 48.9% de los encuestados opina
que la Iglesia apoyó a la UNO y el 32.8% opina que la Iglesia fue neutral,
mientras que un 2.3% declara que apoyó al sandinismo.
- Las estructuras de la Contra, sobre todo en las comarcas donde ejercía una
influencia decisiva. Esto creó uno de los grandes desbalances de la campaña;
los activistas del FSLN no podían trabajar en esas zonas, porque podían ser
asesinados y así se obtuvieron resultados muy fuertes a favor de la UNO. Por
ejemplo, la Contra ha tenido una influencia muy fuerte en los cinco municipios
donde la UNO recibió más del 80% del voto: Muelle de los Bueyes, Camoapa,
Teustepe, Villa Sandino, El Almendro.
- En la V Región (Boaco y Chontales) la abrumadora mayoría electoral de la UNO
se presenta donde coinciden los tres factores que se acaban de mencionar: una
estructura de poder real tradicional fuerte, con mucha mayor influencia en la
población que la estructura formal sandinista; una iglesia movilizada
abiertamente a favor de la Resistencia Nicaragüense y la UNO; y un ejército
irregular operando como estructura de apoyo a la UNO en casi todas las comarcas
de la región.
En cuanto a los temas políticos que más gustaron a los votantes de la UNO, la
encuesta post-electoral registró el siguiente resultado: SMP 57.3%, Cambio
Prometido 20.0%, Fin de la Guerra 8.4% y Todo 5.5%
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