LA BASE POLÍTICA
DEL FSLN
Después de lo dicho aquí vale la
pena preguntarse por qué el FSLN logró mantener el 40.8% del voto, a pesar de
la adversidad en los factores externos e internos. En este sentido, destacan
los siguientes aspectos:
- Primero, en cuanto a la correlación de fuerzas políticas a nivel de base, la
Revolución Popular Sandinista desarrolló los gérmenes de una nueva cultura
política, con carácter revolucionario. El sandinismo cuenta con una base de
apoyo que oscila entre el 25% y 30% de la población que está inmersa, en mayor
o menor grado, en la nueva cultura política. Esta base sandinista (25-30%) es
sólida y de difícil reducción.
Los sandinistas identifican sus intereses, valores y expectativas de futuro con
un Proyecto Político Propio, con altos niveles de intensidad en sus creencias y
actividades políticas. Esto incluye la disposición al sacrificio en aras de
avanzar hacia sus ideales políticos.
- Segundo, en cuanto a las características organizacionales del sandinismo es
la única fuerza política unificada en Nicaragua. Los conservadores, los
liberales, los demócratas cristianos, la izquierda marxista, están divididos en
tres o más fracciones. La la derrota electoral será la prueba máxima para la
consolidación o no de esta característica.
La dirección, la militancia y la base tienen altos niveles de coherencia
política, disciplina y disposición al sacrificio y alto potencial de
movilización.
- Tercero, la calidad de la identificación como sandinista, en la base del
FSLN. Por ejemplo, el hecho de que un 56.7% de los votantes sandinistas en la
encuesta post-electoral estuvieran de acuerdo con la proposición de que
"la guerra no iba a terminar nunca si los sandinistas hubieran
ganado". Sin embargo, votaron por el FSLN, a pesar de la expectativa de
continuidad en los sacrificios para la defensa.
- La base política de la derecha es menos de la mitad que la revolucionaria; es
una base más pasiva y menos movilizable. Sin embargo, esa base es portadora de
la cultura política tradicional, que mantiene su fuerza en Nicaragua. En 1990
se demostró la capacidad de potenciar el tradicionalismo del pueblo.
- La mayoría absoluta de la población nicaragüense, por lo menos en un 55%,
tiene muy bajos niveles de desarrollo político y no tiene inculcada ninguna
cultura política sistemática. El FSLN logró captar del 12% al 17% de ese grupo
en las elecciones de 1990, en condiciones muy adversas. La derecha logró
movilizar a la mayoría de la población, con bajos niveles relativos de
"politización", pero no en una forma que excluya futuras competencias
con el sandinismo.
SINTESIS
El nuevo Gobierno logró satisfacer
la expectativa de la paz mediante la desmovilización de la Resistencia
Nicaragüense y la demanda de abolir el Servicio Militar Patriótico (SMP). La
encuesta de evaluación de la coyuntura post-electoral a los 100 días del nuevo
gobierno, identificó la abolición del SMP (39%) y la finalización de la guerra
(22.6%) como los mayores logros del nuevo gobierno, para un total del 61.6% de
las respuestas.
Existía sin embargo preocupación sobre la estabilidad de la paz lograda, ya que
un 59.2% de los encuestados consideraba que podría haber una guerra civil en
Nicaragua y un 49.2% opinaba que podría producirse una intervención militar
norteamericana.
Además las expectativas económicas generadas por la campaña no habían sido
satisfechas a los 100 días. El 57% de los encuestados identificaba la crisis
económica y los bajos salarios como los aspectos más negativos del nuevo
gobierno. Un 81.7% calificaba la inflación como mayor que antes, un 68.3%
consideraba mayor el desempleo y un 54.7% identificaba desmejora en los
servicios de salud.
Por otro lado, había polarización en cuanto a las posibilidades futuras de
superar el problema de la inflación (39% consideraba que sería mayor y el 38%
menor) y del desempleo (41% mayor / 37% menor); pero persistía la expectativa
en que el programa económico daría resultados positivos eventualmente (52%
mejoría / 24% peor). Al momento de la encuesta, esto reducía los efectos
políticos negativos de un empeoramiento en la situación económica, ya que aún
había confianza en la estrategia global.
También había polarización acerca de las propuestas de cambios estructurales
del nuevo gobierno. Concretamente, una polarización al nivel del 40% en torno a
la privatización del Area de Propiedad del Pueblo, la devolución de tierras
entregadas por la Reforma Agraria y la política laboral del nuevo
gobierno.
CONCLUSION
La encuesta sobre la coyuntura
post-electoral, a los 6 meses del nuevo gobierno, reveló hasta qué punto es
exigente la opinión pública. El fin de la guerra y la desmovilización de la
Resistencia Nicaragüense, ya logrados, comenzaron a reducirse inmediatamente
como factores de importancia frente a la agenda económica no resuelta. La
respuesta a los 6 meses sobre "las expectativas al asumir el gobierno de
la UNO" fue la siguiente:
-Mejoría Económica 39.2%
-Otros 26.4%
-Fin de la Guerra, Desmovilización de R.N. 14.0%
-Fin del SMP 10.0%
-Córdoba Oro 5.2%
El tema económico comenzó a predominar en el escenario político. La evaluación
de la situación continuó siendo negativa, e incluso era más negativa que en la
evaluación de los 100 días. Un 58% consideró que la situación económica global
era peor que antes y un 78% consideró peor que antes el desempleo.
Lo más grave para el gobierno era el indicio claro de pérdida de credibilidad:
un 56.8% consideró que el Gobierno no había cumplido, mientras un 12.4% pensó
que era "poco tiempo para valorar", un 11.2% calificó el cumplimiento
de "más o menos" y un 10.4% afirmó que este gobierno "sí
cumple."
La salida inmediata para el gobierno era el proceso de concertación, que gozó
de credibilidad en la opinión pública. Un 51.6% opinó que ese proceso podría
solucionar los problemas económicos y un 12.2% pensó que "tal vez",
mientras un 30.8% tuvo una opinión negativa y el 5.2% no supo o no respondió.
Con el logro del Acuerdo de Concertación, posterior a la encuesta, el punto
clave para el gobierno pasó a ser su cumplimiento y los resultados concretos
que pudieran surgir del mismo.
Las tendencias políticas futuras de la UNO en la opinión pública, dependerán de
una mejora efectiva en la situación económica global y de la conservación de la
paz lograda. El logro de una estabilidad política y económica es esencial para
el gobierno, pero el resultado final tiene que ser un repunte económico, si se
piensa satisfacer las expectativas generadas.
LINK
- http://www.envio.org.ni/articulo/734
- https://elpais.com/internacional/2013/03/28/actualidad/1364440769_377129.html
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