EL
"ERROR" DE LAS ENCUESTAS Y EL VOLUNTARISMO DE VICTORIA DEL FSLN
El problema de las encuestas norteamericanas consiste en que
su "procedimiento estándar operacional" ("standard operating
procedure") reduce el nivel de los "no sabe/no informa/voto
secreto", mediante la asignación del encuestado a la candidatura presumible
de "inclinaciones claras" detectadas por preguntas indirectas.
Las encuestas norteamericanas tuvieron mayor peso en Washington por el
etnocentrismo que caracteriza a la cultura norteamericana. Cuando se trata de
algo que involucra tecnología, se confía en lo norteamericano sobre lo
latinoamericano. Por demás, las otras empresas de medición de la opinión
pública nicaragüense, costarricense y venezolana, estaban enfrascadas en la
"guerra de las encuentas".
El hecho de que las encuestas norteamericanas coincidieron con la tendencia
global de las encuestas en que confió el FSLN, pero con mayores porcentajes al
haber reducido los "ns/ni/voto secreto", aumentó la certeza en la
victoria en el campo sandinista.
Por otro lado, las encuestas realizadas por Borge y Asociados, CIID-GALLUP y
Vía Cívica tenían fallas metodológicas que les restaban credibilidad.
Sistemáticamente, ellos se negaron a divulgar sus metodologías, precisamente
por su bajo nivel.
Sin embargo, esas mismas fallas metodológicas son elementos que les permitía
captar mejor la votación UNO, porque proyectaban una "semiótica política
opositora", que logró captar una parte del voto UNO encubierto, aunque
esto producía otras distorsiones en cuanto a captar la votación, tanto para el
FSLN como para los otros partidos.
La "Guerra De Las Encuestas" entre las políticas y periodísticas en
pugna, proyectaba a éstas como un elemento más en la lucha política. Las
fuerzas intentaban canalizar el efecto sicológico positivo de ser el probable
ganador y traducirlo en votos adicionales ("ban-wagon effect").
SINTESIS
En resumen, las
características de los candidatos y los temas secundarios no tuvieron mucho
peso en los resultados. Las elecciones nicaragüenses de 1990 fueron decididas
por un grupo de votantes de flujo, cuya preocupación exclusiva era encontrar el
camino más promisorio para terminar la guerra y emprender una recuperación
económica. En ese sentido, las elecciones fueron un referéndum sobre la paz y
la recuperación económica.
- La campaña del FSLN no logró contrarrestar a la UNO el productivo tema
político del SMP. Incluso, al llegar a enero y febrero, la campaña del FSLN
ignoró ese tema, dejando cancha abierta a la UNO en el punto específico de
mayor impacto entre los votantes de flujo.
Además, la "guerra de las encuestas" desacreditó el valor científico
que éstas tiene frente a una parte de la población, al ver que cada partido y
los medios afines a los mismos promovían la divulgación de resultados
favorables a su causa, que eran diametralmente opuestos a los resultados de las
encuestas de su contrincantes, neutralizando así el mismo "band wagon
effect" que se trataba de generar.
Eran en este contexto que las encuestadoras norteamericanas (Greenberg-Lake
para Iniciativas Hemisféricas, Bendixen and Schroth para Univisión y Belden
& Rosenello para ABC y el Washington Post) adquirían una importancia
preponderante en el análisis de los partidos, de los grupos observadores, de
las embajadas yu de los medios de comunicación. Entre todos estos sectores existía
la opinión que el FSLN iba a ganar.
La expectativa de victoria en el FSLN también se basaba en un voluntarismo
fundamentado en 10 años de movilizaciones exitosas. Cuando el FSLN fijaba un
objetivo y dedicaba sus estructuras, cuadros y recursos para la movilización
del pueblo nicaragüense en búsqueda de su consecución, siempre se lograba el
objetivo.
CONCLUSION
La lista de éxitos
incluye el derrocamiento de la dictadura somocista, la Cruzada Nacional de
Alfabetización, las Jornadas Populares de Salud, las Batallas en la Producción
del Café y el Algodón, las elecciones de 1984, la Derrota Estratégica de la
Contrarrevolución montada por Estados Unidos, la Reunión UIP, la
"Operación Bertha" de Cambio de la Moneda y la movilización para hacer
frente al Huracán Juana. Las elecciones de 1990 fueron la excepción, la primera
vez que una movilización masiva sandinista no dio el resultado deseado desde
1979.
En la campaña 1989-1990 el aparato del FSLN funcionó en forma impresionante, la
convocatoria fue contundente; así lo demuestra la cobertura de la propaganda y
las concentraciones en todo el país, sobre todo la de Managua el 21 de febrero.
Sin embargo, el objetivo electoral no se logró.
Otros comentarios sobre la campaña del FSLN en las fuentes investigativas
indican que, acciones adoptadas expresamente en el contexto de una campaña, sin
que tengan precedente ni perspectivas de continuidad posterior, pueden ser
contraproducentes. Esto incluye el desplazamiento de personas a su lugar de
origen, tras largos períodos de desvinculación con el mismo, para fines de
campaña. La permanencia del vínculo de una persona, o la continuidad de una
acción, es lo que otorga credibilidad en las elecciones.
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